Hace unos días publiqué en mi perfil de Facebook -que por cierto ya alcanzó los 5 mil amigos y no puedo agregar a nadie más- una especie de juego en donde convoqué a la creatividad de todos los usuarios. En el publiqué la siguiente fotografía:

Convoqué a la creatividad de los usuarios para saber qué se imaginaban cocinar, cómo les gustaría preparar esos ingredientes e incluso cómo iban a responder de acuerdo a sus lugares de origen, tendencias, preferencias o posturas. Los resultados obtenidos después de casi 80 opiniones de diferentes usuarios de diversas partes de México y España son:
Dichos resultados me llevaron a hacer inferencias y deducciones sencillas pero valiosas en el uso de las redes sociales como instrumento creativo o como una referencia para la búsqueda/encuentro de ideas o referencias gastronómicas:
- La persona que desea comentar siempre lo hará desde sus condicionantes geográficos, culturales y sociales, en general desde su conocimiento gastronómico. En un porcentaje mayoritario, esta opinión no necesariamente se hace consciente de estos condicionantes por lo que hay que analizar la información con cautela y siempre bajo esta advertencia.
- Un reducido porcentaje (que no supera el 5% de las opiniones vertidas) responde o comenta la publicación con una firmeza de opinión, solidez en sus argumentos y con deseos de aportar desde su visión. En esos casos se trataban de profesionales destacados o personas que llevan muchos años en el gremio gastronómico.
- A pesar de estos dos primeros puntos , el ser usuarios de Facebook les permite realizar una opinión en libertad, sin prejuicios y con toda la amplitud que la pregunta permite, lo que en cierta medida valida los resultados.
- Nadie preguntó el origen, nombre o tipo de los productos presentados, sencillamente se limitaron a contestar o interactuar sin necesidad de hacer mayores preguntas. Confirmación de la fugacidad e inmediatez que en muchos casos ofrecen las RRSS, y que hace que las opiniones sean de igual talante.
- En el caso de muchas respuestas que hacían referencia a platos como Tacos u otras preparaciones, nadie hizo hincapié en que para lograr dicho plato se debió someter al método de nixtamalización. Ahondando en este detalle, hay que decir que el maíz presentado se trataba de uno fresco, amarillo y de poca o nula calidad para ser secado y posteriormente nixtamalizado.
- Sobre el punto anterior, un dato velado podría ser que pocos conocen el método de nixtamalización, o sencillamente lo asumen sin necesidad de preguntarse más detalles sobre el mismo.
- Un 90% de las respuestas asumen platos que conllevan más de esos 3 ingredientes presentados (moles, huatapes, esquites, entre otros) lo que podría inferirse como un posible desconocimiento de la receta, o sencillamente como una exaltación de dichos productos como “protagonistas” o “principales” de esos platos.
- Las referencias de platos con técnicas asumidas (tacos, huatape, moles, entre otros) son muestra de que hay una clara tendencia por la cocina tradicional o cocina regional mexicana. Sin embargo, queda abierta la duda sobre el acuerdo o común denominador de dichos platos, sobre sus notas o sabores principales, y probablemente del asunto de la o las técnicas puntuales para producirlos.
- En el caso de los platos con referencias de vanguardia o con claras muestras de creatividad, en todos los casos estaban conectadas con alguna referencia tradicional, con algún elemento que los hacía distinguibles de un plato totalmente moderno o sin extracto de lo que podría llamarse mexicano.
- Los ejercicios creativos en Facebook o en otras Rede Sociales son exitosos siempre y cuando se invite o convoque a participar con ciertas reglas. Sin embargo, el éxito del ejercicio en tanto número de participantes o interacción puede disminuir si el nivel académico se incrementa; pareciera una regla inversamente proporcional.
Seguiremos en el camino de la investigación
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